
Inviolable, imparable e imponente es la mentalidad de los atletas que nacieron, crecieron y ahora viven para ganar.
La histórica y gloriosa justa internacional se está llevando a cabo en las distintas sedes del país anfitrión (China). Sin embargo, los juegos olímpicos no son la noticia, sólo el escenario.
Hoy, la maravilla de la justa olímpica radica en la mentalidad de orgullosas naciones que fraguan su futuro deportivo desde la cuna de sus atletas. Para esos competidores la meta no es jugar, es ganar; porque un rival sólo merece ser enfrentado cuando se hace con la mente claramente centrada en la victoria.
Nada nubla la vista de quienes han forjado un camino de gloria, un camino que lleva “directo y sin escalas” hacia la victoria... El deseo y el orgullo del triunfo son las directrices que marcan todas y cada una de sus acciones.
Dos naciones… ubicadas en hemisferios contrarios y que mantienen (tradicionalmente) dos ideologías diferentes se enfrentan en una “lucha de gigantes” por destacar su talento y poderío en el medallero: China y Estados Unidos.
¿Es esta una ambición enfermiza? ¿Es un destello de avaricia mal entendida o el reflejo de una sana mentalidad del éxito?
Los juegos olímpicos no sólo son una competencia, son un espectáculo de grandes proezas realizadas por grandes héroes que levantan hitóricos logros y elevan portentosos países.
Sigue las olimpiadas Beijing 2008:
http://sp.beijing2008.cn/index.shtml
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